Para que una nueva solidaridad entre los humanos se abra paso a todos los niveles, en las familias, las comunidades, las ciudades y los pueblos, entre países y continentes, son necesarias decisiones valientes.
Conscientes de los peligros y de los sufrimientos que pesan sobre la humanidad y sobre el planeta, quisiéramos no dejarnos sumir en el miedo y la resignación. (...)
Para crear nuevas solidaridades, ¿no ha llegado el momento de ahondar aún más en las fuentes de la confianza?
Ningún ser humano, ninguna sociedad puede vivir sin confianza. (...)
La confianza no es una ingenuidad ciega, no es una palabra fácil, proviene de una elección, fruto de un combate interior. Cada día se nos llama a rehacer el camino que va de la inquietud a la confianza.
Podés descargar y leer la Carta completa, desde el sitio de la Comunidad de Taizé, siguiendo este enlace (archivo pdf).