Les compartimos aquí las palabras de la Escritura y la oración final de nuestro encuentro.
¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones, las angustias, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada? En todo esto obtenemos una amplia victoria, gracias a Aquél que nos amó. Porque tengo la certeza de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Romanos 8. 35,37-39
Cristo Jesús,
aunque tuviéramos una fe
como para transportar montañas,
sin una ardiente caridad,
¿qué seríamos?
Tú nos amas.
Sin tu Espíritu
que habita en nuestros corazones,
¿qué seríamos?
Tú nos amas.
Cargando todo sobre ti
nos abres un camino hacia la fe,
hacia la confianza en Dios,
que no quiere ni el sufrimiento
ni la angustia humana.
Espíritu de Cristo resucitado,
Espíritu de compasión,
Espíritu de la alabanza,
tu amor por cada uno de nosotros
nunca desaparecerá.
hno. Roger, de Taizé
Oración del hno. Roger: © Ateliers & Presses de Taizé, Le Bourg, 71250 Taizé, France. Reproducida bajo permiso.